Crónica de una inundación anunciada IIII

La lluvia no parecía que tuviese intención de parar nunca (adiós a mis camisetas de manga corta, pantalones piratas, cremas solares, y sombrero vaquero para resistir bajo el supuesto intenso sol cacereño :S), pero los extremusikinos somos conocidos por tener una determinación férrea, amor a la música en directo (bueno, vale y a la cerveza..., y nop, no tengo ningún problema con el alcohol), y después de ese fin de semana escamas como los peces.

Y allá que nos fuimos (a los conciertos): Vantroi, Strawberry Hardcore, Barricada..., los héroes de la noche: ¡¡peazo de concierto que se marcaron...!!; Y eso a pesar de que la cuñi y una servidora estuvieron a punto de morir aplastadas entre las balas blancas y en blanco y negro. Cierto, no fue una buena idea volver del baño justo cuando comenzaron a tocar la oveja negra..., y cierto, fue peor idea empeñarnos en atravesar (de lado a lado) la zona del público que desfasaba con el concierto, (y encima lo más cerca del escenario que pudimos avanzar). Llegamos con los jirones del chubasquero colgando de nuestras maltratadas espaldas y temblando, ambas dos, del suto de muete que habíamos pasado (vale también íbamos riéndonos con la risa histérica de quien ha saludado a la dama de la hoz de cerca, y ha sobrevivido de puro milagrito...que barbaridad, ¡¡que altos y que fuertes son los fans de Barricada!!!).

Accidentes tontos aparte, el concierto fue espectacular. La lluvia seguía sin amainar, y los minis de cerveza iban y venían (entre los charcos del escenario de los covers), amen de la sidrina que trajo nuestra bella y dulce gaitera particular (y borrachuza tb...¡¡que saque tienen los del norte podios!!).

El siguiente en tocar era Loquillo, y aunque temblábamos de frío bajo la lluvia y el viento, nuestra más sincera intención era aguantar para ver a Saratoga ( ains...si amaneciera..., Contigo, sin ti..., jop que rabia, pero que rabia!!!), sin embargo no pudo ser..., el frío, el cansancio, y sobre todo la gula (y las croquetas de la mami de la pequeña Ra) nos llamaban (a voces) desde nuestras tiendas.

Al día siguiente nos enteramos de que los conciertos de Saratoga y Rata Blanca tuvieron que ser suspendidos por causa del mal tiempo (penita grande).

Para mayor desgracia nuestra, lo de las croquetas tampoco pudo ser. Una de nuestras cuatro tiendas (tres de ellas de dos plazas y la otra de cuatro plazas, y sip solo para cuatro personas..., y sip, sin comentarios) estaba inundada. Para enfado de nuestros hambrientos estómagos, la afortunada tienda con agua había sido la que hacía las veces de cocina-comedor (teníamos un par de tiendas dormitorio, una tienda zona-recreativa, y una tienda comedor-cocina...somos asín de chulas ¡¡que pasa!!), ...recogimos cuanta agua pudimos (sin linterna y lloviendo estuvo jodida la cosa), y rescatamos una empanada gigante del Mercadona para engañar (malamente) nuestras ansias de comida casera (ni punto de comparación con las croquetitas que nos esperaban en algún lugar de la tienda inundada).

Y nos fuimos a dormir.
Bueno, la rubita se fue a temblar, que estuvo a punto de morírseme congelada esa noche...¡¡alabado sea dios por las estufitas humanas en las ovulaciones!!! ¿que no?.