Volver

Siempre que voy a la Extremaura desconecto, recupero energia y me revitalizo como en el anuncio de redbull..., esta vez ni siquiera volver a mi tierrina a escuchar música, flamenquito del bueno, ha conseguido que desconecte del todo de Madrid..., aunque el aire extremeño (que huele más dulce) y el murmullo de la gente (que suena más melódica) han hecho lo que han podido..., ellos y mis niñas claro, y aqui estoy hoy, otra vez domingo por la noche en lo madriles, meláncolica pero más centrada y con ganas..., y mañana vuelta a la rutina.

Estrella Morente y Dulce Pontes juntas ponen los pelillos del brazo de punta, pero hay que saber oírlas...aviso. Su espectaculo, que es mágico, no es para puristas del flamenco ni para puristas del fado, es una fusión complicada y fácil a la vez.

La voz de Dulce Pontes impresionante..., eso sí, la buena mujer está un poco (no hay una forma fácil de decir esto creo), como una cabra, loca, cencerril..., es excentrica ella..., eso o iba hasta arriba de porros (en vista de su avanzado estado de embarazo quisimos pensar que cuando le daban los puntos raros erráticos en plena actuación era más por culpa de las hormonas que por una posible ingesta previa de drogas..., o de la soja, que por lo visto según Nu las embarazas toman mucha soja, y oyes las cosas como son, el sábado por la noche iban de soja hasta las cejas Estrella Morente, Dulces Pontes y los músicos que les acompañaban..jiji), pero a mi me gustó más Estrella Morente. Oírla cantando algunas de las coplas que me ponían en casa de niña puso mi estomago en modo de centrifugado, y me vi sonriendo todo el rato con cara de idiota.
Impresionante, en serio.

...aunque no tan impresionante con este viaje, igual podría haber tenido un flashback de mi vida cuando tenía 6 meses: comer y dormir es todo lo que hemos hecho (que epoca tan feliz!! la vida del bebe!!!). ^_^

Lo mejor, aparte de los conciertos, los dos viajes en coche Madrid-Cáceres, Cáceres-Madrid. Nunca me había reído tanto viajando, en serio. La rubia ha estado plétorica con sus comentarios en los dos viajes.

A la ida haciendo versiones del Ella y yo, con coros y actuaciones incluidas...Itzha como nos hemos acordado de ti!!!!

Y a la vuelta me sentía protegida, en una burbuja, tumbada detrás encima de la pequeña Mairi, dormitando con la música que nos pone Nu en su coche, que siempre es como ella, con mucha personalidad, ya sea por la letra, por la música o por la voz del interprete de turno (bueno menos la canción del hombre comprado en el mercado claro...:S). Me habría quedado para siempre en ese kit-kat dulce, con Nu conduciendo sin rumbo (ni descanso) por carreteras infinitas, Mairi caturreando y la Rubia haciendome reir..., hasta recuperar del todo la energia para Volver a la vida real.