Buscando a Nemo IV

Capitulo 3
De todas las muertes posibles que nos explicaron en la primera clase teórica, la que más pánico me daba (da) era sufrir el síndrome por sobrepresión pulmonar (se origina por la expansión del gas contenido en el aparato respiratorio, principalmente en los pulmones, durante el ascenso).

En teoría es muy fácil de evitar (el truco está en subir muy despacio: las burbujas que expulsas mientras respiras deben llegar a la superficie antes que tu)..., o por lo menos eso pensé (que era fácil) mientras Garçon nos describía con detalle como estallarían nuestros pulmones si nos entraban las prisas por salir del mar...
Lamentablemente en clase, comodamente sentada en mi pupitre, boli en mano y pose de estar pensando en algo inteligente, no conté con el efecto globo/piedra (también conocido como soytorpe o mesientocomounaballenafueradelagua...) que sufrimos todos los buzos nóveles.

La cosa va así:
Tu en clase ves el video de unos submarinista super guapos, super hábiles, y super todo, que se mueven cuales sirenas dentro del mar, aunque van cargados con un chaleco hinchable lleno de correas y de tubos, una botella de aire comprimido (ellos dicen botella, pero es un bombona enooooorme y pesada), las gafas acuaticas (yo las llamo "aparato de tortura por el que siempre terminas tragando agua"), el cinturón con peso para hundirte y las aletas. Y crees que tu te vas a mover igual.

Pero una vez que te has colocado todos estos accesorios (rezas porqué bien) te metes dentro del agua (como puedes) y entonces, inevitablemente, te hundes (te hundes como una piedra en un estanque..., nunca con la elegante zambullida de sirena que practican todos los submarinistas del video), y para cuando te quieres dar cuenta está pegada como una lapa al fondo de la piscina.

Sin ánimo de presumir, yo floto muy bien en el agua (siempre he pensado que gracias a la grasa que da volumen a mi culo) por eso, me resultó realmente sorprendente darme cuenta de que no me podía despegar del suelo. Perplejidad.

Superada esta impresión inicial, y en vista de que mis compañeros parecían haber encontrado la flotabilidad neutra de la que hablaban en el video de las clases teóricas, procedí a hinchar un poquino el chaleco a ver si podía despegar la cara del fondo de la piscina, y unirme a los demás para practicar el resto de ejercicios de flotabilidad.

Nada. No me moví un centimetro del suelo, así que le di al botón para inflar un poco más.
Nada. Preocupada, me dejé de tonterías y mantuve apretado el botón hasta que noté que empezaba a flotar un poco.

...mientras subía de forma incontrolada, agitando manos y piernas para tratar de parar, hasta la superficie de la piscina caí en que:
1) Desde que aprietas el botón de inflado y hasta que llega el aire al chaleco, pasan unos segundos.
2) El aire, tarde o temprano, llega al chaleco. Y entonces subes. Hasta arriba. Y no hay forma humana de parar.

Ya en la superficie y con los dos puntos anteriores bien claros en mi mente, empecé a desinflar el chaleco con suavidad para poder bajar y lograr la flotabilidad neutra.
Esperé...y nada.
Le di un poquino más al desinflador.
Esperé..., y nada.
Le di un poquino más al desinflador.
Y caí, otra vez, de forma descontrolada hasta el fondo de la piscina.

Después de un rato largo (dentro del agua es dificil controlar el paso del tiempo, pero a mi se me hizo largo quetecagas) de subir como un globo y bajar como una piedra, conseguí una flotabilidad casi neutra, miré a mi alrededor, contemplé como mis compañeros observaban perplejos mis subidas y bajadas..., fuí consciente de lo rídicula que debía parecerles, y sufrí mi segundo ataque de risa bajo agua.

[Modo pensamiento on]Aydios, aydios, que no sufra el efecto piedra/globo en la inmersión final en el mar...
...jijiji jop que divertido es bucear...[Modo pensamiento off]