La muerte tenia un precio

...o de como Almería es un desierto.

Jijiji y es que hace un par de semanas me fui al Ola con la pequeña Niko y La Rubia, que estuvieron a punto de fenecer alli por asfixia. Yo me lo pasé muy bien, adoro el calor y el sol, y por el sur estaba en mi salsa.

Todo el viaje en coche cruzando la peninsula fue super idílico (sobre todo por las croquetas de Niko....[Modo Hommer pensandoendonuts On]Mmmmmmmm [Modo Hommer pensandoendonuts Off])...quiero decir idílico para nosotras, para la pareja que estaba montandoselo en su coche frente a esta maravilla de vista en el pantano supongo yo que no tanto..., jop...¡¡teníamos hambre!!!...era un gran sitio para parar y comer...¿como íbamos a saber nosotras que ellos estaban....en fin, ocupados???.








A pesar de todo el momento más complicado del viaje fue cuando descubrimos que se nos había olvidado el martillo (otra vez) para clavar las piquetas de las tiendas de acampada. Jop, jop, jop..., pero jijijiji, les pedimos ayuda a los italianos bombón de la tienda de al lado ^_^

Lamentablemente esto fue lo único que tenían a mano:



¿Es que se creen que en España se puede hacer pasar una birria de picahielos por un martillo??? (Ojos en blanco).

Después de horas golpeando las piquetas con el picahielo, tuvimos que rendirnos ante lo evidente:

Nuestra tienda (foto izquierda) no iba a quedar nunca como la tienda del vecino (foto derecha).
Jop :(


¿Pero a que engaña a primera vista eh??, eh?, eh?.

Ains, personas crédulas e ignorantes..., os voy a poner un zoom de las piquetas para que veáis la cruda realidad

Zoom:  


Y la otra: 

[Modo pensamiento on] Bah, clavar las piquetas bien está sobrevalorado. Lo verdaderamente importante es tener una nevera con hielo para las cervecinas...y nop, no tengo ningún problema con el alcohol.[Modo pensamiento off]