De accidentes y otras desorientaciones.

Pos sip, ¿no me quejaba hace poco de que ya no me pasaba nada, ni siquiera cosas graciosas?...pues para que vuelva...-_-

El sábado por la mañana quedé con la pequeña Nu para ir a comprarnos una tienda de campaña al Decathlon (a ver si aprovechando que hay rebajas....). Como las dos somos unas pequeñas marmotillas (hay que reconocer que Nu andaba de resaca y bastante que se levantó a la hora que habíamos dicho), hasta la una y media casi no salimos de mi casa. Nos montamos en el coche (el Decathlon más cercano está como a media hora larga andando) y nos dirigimos alegres y risueñas en busca de nuestra tienda nueva..., quizás demasiado alegres y risueñas, porque entre que una nunca ha sido conocida por su gran sentido de la orientación, ni la otra por su gran capacidad a la hora de concentrarse, terminamos acercándonos a megastore del deporte por aproximaciones...o como diría un informático haciendo una Búsqueda en Anchura, esto es, llegamos la primera vez casi hasta el polígono industrial donde está la tienda, lo saludamos con la mano y cuando nos quisimos dar cuenta habíamos cogido un desvio que nos delvolvía directamente a la puerta de mi casa: Game Over, reiniciemos la partida.

Para la segunda vez, demostrando una total falta de astucia, nos inclinamos por seguir una ruta alternativa (craso error ir por el centro de un pueblo con todo el atasco del fin de semana, y más si cabe porque ese nuevo recorrido no lo teníamos tan fresco como el anterior fallido). El resultado fue que casi cuarenta minutos después, ya dentro del polígono, volvimos a saludar con la mano la calle correcta para ir a nuestra tienda por otro lado: una vía de único sentido que nos hizo dar la vuelta a toda una enorme manzana para devolvernos de nuevo al segundo punto de inicio del juego. Cuando las cosas no están por salir, pues no están...o dicho de otra forma: Que Si Quieres Arroz Catalina.

En nuestro tercer intento, íbamos las dos pendientes de la carrera, atentas cual avezadas guías Apache a cualquier indicación-señuelo de estas que ponen en la calles, tb conocidas como señales de tráfico, para no volver a caer en el despiste y la desidia, y poder llevar a buen termino nuestro pequeño reto del día cuando...bueno, vale, sip (cabrones como me conocéis -_-) yo no estaba atenta...solo puedo decir que llegamos a la tienda gracias a Nu...y que todavía podríamos estar dando vueltas a la calle de la enorme manzana como en un bucle infinito, si de mi sola hubiese dependido.

Aprovechando que en todos los polígonos industriales del mundo hay Burguers Kings, que para cuando encontramos nuestra tienda era casi las tres, y que teníamos hambre (pero mucha), nos compramos sendos whoppers (lo se, lo se..este mes he roto la regla de un único whopper al mes), y entonces, cuando nos volvíamos a casa con nuestra comida para llevar, dije yo:

(Yo): Nuuu...¡¡el postre!! nos falta el postre..¿un heladito??

Y dijo Nu:
(Nu): Mmmmm...es que estoy a dieta, ¿pero de que lo cogemos?

Y dijimos las dos:
(Las dos): ¡Chocolate!!!! (leer con voz de integrantes de una tribu africana caníbal al encontrarse con un explorador desprevenido).

Y allá que fuimos (a la tienda del Hagencomoseescriba), y mientras el heladero nos preparaba nuestra tarrina gigante de chocolate con crema y trozos gigantes de chocolate, dije yo (que era quien llevaba las bolsas de la comida):
(Yo): Oye, ¡¡que....ays!!...mierda... (o algo muy parecido)

Y dijeron Nu y el heladero al unisono:
(Heladero y Nu): ¡Cuidao!...vaya.

Y yo (bueno y Nu tb) miré con carita de pena como se expandían por el suelo las coca-colas de la bolsa de la bebida.