...instalaron una alarma en la oficina y yo no me sabía la clave ni la palabra de seguridad.
...en la oficina haber luces hailas, pero ¿quien sabe donde?
Aunque el panel para introducir la clave de la alarma está en la entrada de la oficina, el intercomunicador desde el que me hablaba Pepita no se veía por ningún lado. Vale que el local nuevo de la oficina no es tan grande como el Pentagono, pero aún así es mucho más grande que mi casa, así que la búsqueda en el mejor de los casos me iba a llevar un rato (y a oscuras y bajo la presión de los gritos de Pepita ya ni te cuento).
[Modo poner en situación on]Mi oficina está ubicada en uno de los locales bajos y externos de un edificio. Corre el rumor que antes de ser el local de mi oficina era una discoteca, pero no se si es verdad o solo la débil excusa que se les ha ocurrido a mis jefes para explicar los asientos de cuero rojo, cual local de alterne, que hay en la zona de comida de los empleados. En cualquier caso luz natural no hay. Y sin que estén las luces del techo encendidas, adentrarse en ella a oscuras es igual que adentrarse en las minas de Moria.[Modo poner en situación off]
Total que estaba yo a punto de ponerme a llorar después de haberme tragado todas las columnas, sillas y mesas del local siguiendo el sonido de la voz de Pepita, (que no paraba de exigirme la palabra de seguridad y que metiera la clave) mientras buscaba el intercomunicador desde el que me hablaba, cuando en la pared a la altura de mi cintura, en la parte más interna del local justo antes de llegar a la cocina (y a los sillones rojos), descubrí la placa de plástico de la que salía su voz.
Me arrodillé, palpé el panel hasta dar con el botón, que supuse serviría para activar el intercomunicador, y con voz nerviosa dije:
Me arrodillé, palpé el panel hasta dar con el botón, que supuse serviría para activar el intercomunicador, y con voz nerviosa dije:
- (UnaYomisma): '¿Hola?...' (solté el botón).
- (La Voz Pepita): '¿quien está ahí?¿quien es?¿que está pasando?.
Volví a apretar el botón:
- (UnaYomisma): 'Soy una empleada..., perdón... un segundo es que no me sé la clave, estoy buscándola..., un segundo, eh?' (solté el botón)
Como Pepita no volvió a responder me quedé con la duda de si me habría oído o no, así que volví a apretar el botón una vez más con la intención de preguntárselo. Sin embargo antes de que me diera tiempo a decir nada, sonó mi teléfono y (alabado sea Buda) era mi jefe (supongo que debía haber visto mi llamada o haber oído la alarma y los gritos de Pepita desde su casa). Antes incluso de que pudiera darle los buenos días me dijo:
- (Mi Jefe): La palabra segura es RPTS, y tienes que meter 6534 que es la clave para parar la alarma.
Sin pararme a pensar a quien se le habría ocurrido una palabra segura tan poco recordable, volví a apretar el botón del intercomunicador y repetí cual loro:
- (UnaYomisma): RPTS (solté el botón).
- (La Voz Pepita): ¿Estás bien?, ahora tienes que meter la clave...
Apreté el botón.
- (UnaYomisma): Sisisi, no te preocupes..., me la acaban de dar, voy en un momento. Gracias y perdón, eh? (solté el botón).
Y volví corriendo a oscuras, a la puerta de entrada donde estaba el panel de la alarma para meter la clave y desconectarla.
Cuando por fin, se hizo el silencio le pedí a mi jefe (al que había abandonado al teléfono) que me repitiera la clave para no pasar por el mismo trance al día siguiente cuando volviera a llegar la primera, y pensé:
[Modo pensamiento on]Prueba 1 superada. Prueba 2 ¿ande andarán las luces? [Modo pensamiento off]
Cinco minutos después me había rendido. Cierto que había encontrado un panel gigante con millones de interruptores detrás de un falso armario, algunos de ellos etiquetados con un post-it de letras enormes: COCINA, BAÑO, etc, pero después de lo de alarma no sería yo quien los tocase.
Así que serían eso de las 8.30 de la mañana, y allí estaba yo, sentada en mi mesa sola y a oscuras, y entonces sonó el teléfono de la empresa.
Más mosqueada que un pavo en navidad, me levanté y contesté casi con miedo:
Así que serían eso de las 8.30 de la mañana, y allí estaba yo, sentada en mi mesa sola y a oscuras, y entonces sonó el teléfono de la empresa.
Más mosqueada que un pavo en navidad, me levanté y contesté casi con miedo:
- (UnaYomisma) Si ¿digamé?.
- (La Voz Pepita): Hola, me llamo Pepita y mi palabra de seguridad es ALGODON. ¿Cual es la tuya?.
Era como volver a vivir una pesadilla.
- (UnaYomisma): ¿Perdona?.
- (La Voz Pepita): Si... (la voz de Pepita esta vez sonó un poco titubeante, me barrunto que porque ella también me había reconocido), soy Pepita y mi palabra de seguridad es ALGODON, ¿puedes decirme la tuya por favor?.
[Modo recordemos on]... le pedí a mi jefe (al que había abandonado al teléfono) que me repitiera la clave para no pasar por el mismo trance al día siguiente..[Modo recordemos off]
Exacto. La Clave. No la palabra de seguridad (tan recordable ella), que había repetido cual loro y que había entrado por mi oído izquierdo y salido por mi oído derecho, previo paso por mi boca, sin dejar ningún poso en mi cerebro de Dory.
- (UnaYomisma): La palabra de seguridad, eh?.
- (La Voz Pepita): Si...
- (UnaYomisma): Jejeje...pues no te lo vas a creer.., pero...es que no me acuerdo.
- (La Voz Pepita):...(silencio) (silencio) (por fin) ¿NO TE ACUERDAS?, ...pero si acabamos de hablar hace un minuto.
[Modo pensamiento on]...pues ya está, jolín si sabes que hemos hablado antes, sabes que se cual es...bueno o que debería saberla..., ¡¡soy de confianza!! ¡¡dejamé en paz!![Modo pensamiento off]
- (UnaYomisma): Ya..(je je), es que mira con todo este lío, me he puesto nerviosa..., y la verdad se me ha olvidado la palabra de seguridad..., he apuntado la clave pero la palabra de seguridad esa pues no...
(Silencio al otro lado del telefono).
- (UnaYomisma):...si quieres puedo llamar a mi jefe otra vez y se la preguntó de nuevo [Modo pensamiento on]Di que no hace falta, di que no hace falta...ya ha sido bastante humillante la primera vez...[Modo pensamiento off]
- (La Voz Pepita): Pueees...si, estaría bien.
[Modo pensamiento on](Puño en alto). ¡Maldita mujer!![Modo pensamiento off]
- (UnaYomisma con tono rencoroso): Vale..., está bien..., pues ahora le llamo y le pregunto.
Y colgué el telefono fastidiada. Sin embargo mientras pensaba como explicarle a mi jefe, con el que había hablado hacía unos minutos, cual era la palabra de seguridad, que me acababa de decir y que yo ya había olvidado, me llamó él:
- (Mi Jefe): Oye, ¿estás bien?..., es que acabo de hablar con la mujer de Oficinas Super Seguras S.A y me ha dicho que no le has dicho la palabra de seguridad...
[Modo pensamiento on]...chivata de mierda..[Modo pensamiento off]
[Modo pensamiento on]...chivata de mierda..[Modo pensamiento off]
- (Mi Jefe): ...y está preocupada.
- (UnaYomisma): ah...si..pues es que..
- (Mi jefe, con tono de como te conozco): ...pero ya le he dicho yo que estabas bien seguro. La palabra de seguridad es RPTS..., y oye, dice que si estás bien, que dejes de apretar el botón de socorro.
[Modo perplejo on]
- (UnaYomisma): ah...si..pues es que..
- (Mi jefe, con tono de como te conozco): ...pero ya le he dicho yo que estabas bien seguro. La palabra de seguridad es RPTS..., y oye, dice que si estás bien, que dejes de apretar el botón de socorro.
[Modo perplejo on]
- (UnaYomisma): ¿el botón de socorro?.
- (Mi jefe, risitas como de reírse por anticipado con la explicación para lo del botón): Dice que lo estás apretando, y que le han saltado muchos avisos de que necesitas ayuda.
- (Mi jefe, risitas como de reírse por anticipado con la explicación para lo del botón): Dice que lo estás apretando, y que le han saltado muchos avisos de que necesitas ayuda.
- (UnaYomisma): Jethro, te juro por lo más sagrado, que no he tocado nada después de meter la clave.
- (Mi jefe, poco o nada convencido): ¿seguro?..., bueno es igual, si te llama de nuevo dile la palabra de seguridad, y ya está.
Nota: El "Y no toques nada" flotaba en el aire.
Media hora más tarde llegaron mis compañeros y me enseñaron como encender las luces de la oficina.
...y ¿habéis visto el cierre del modo perplejo on?. No, porque a esas horas unayomisma todavía seguía dándole vueltas a lo del botón de socorro...., ¿tocarlo yo que no me atrevía a dar las luces para no liarla parda de nuevo?.
Y luego un par de horas más tarde, fuí a la cocina a prepararme el café, y de camino, de casualidad miré el panel de comunicación a través del que había hablado con Pepita. Y entonces lo ví.
[Modo perplejo off]
El botón, que había pulsado cada vez que respondía a las preguntas de Pepita (todas y cada una de las veces de hecho, y no solo pulsado, sino mantenido apretado mientras hablaba), estaba completamente pintado de rojo. A ver quien adivina qué tres letras enormes estaban escritas encima destacando en color blanco.
S. O. S
- (Mi jefe, poco o nada convencido): ¿seguro?..., bueno es igual, si te llama de nuevo dile la palabra de seguridad, y ya está.
Nota: El "Y no toques nada" flotaba en el aire.
Media hora más tarde llegaron mis compañeros y me enseñaron como encender las luces de la oficina.
...y ¿habéis visto el cierre del modo perplejo on?. No, porque a esas horas unayomisma todavía seguía dándole vueltas a lo del botón de socorro...., ¿tocarlo yo que no me atrevía a dar las luces para no liarla parda de nuevo?.
Y luego un par de horas más tarde, fuí a la cocina a prepararme el café, y de camino, de casualidad miré el panel de comunicación a través del que había hablado con Pepita. Y entonces lo ví.
[Modo perplejo off]
El botón, que había pulsado cada vez que respondía a las preguntas de Pepita (todas y cada una de las veces de hecho, y no solo pulsado, sino mantenido apretado mientras hablaba), estaba completamente pintado de rojo. A ver quien adivina qué tres letras enormes estaban escritas encima destacando en color blanco.
S. O. S
Porca miseria.